Una vez más, y como viene sucediendo desde hace más de 50 años, este evento cultural único coronó la temporada estival en el sur del país. No obstante, para llegar a más personas y comunas, la corporación invita a más empresas a apoyar esta iniciativa.
Hay cientos de frases que destacan la importancia que tiene a música en la vida de las personas. Por ejemplo está la sentencia del dramaturgo Miguel de Cervantes, quien aseveró que “la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu”; o la del compositor Piotr Ilich Chaikovski, quien exclamó que “si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco”. Independiente de la reseña que más le guste, existe consenso respecto de que esta manifestación cultural, especialmente la música docta, son un alimento para el alma de las personas.
Y bien lo saben en la Corporación Cultural de las Semanas Musicales de Frutillar, quienes además de ser los responsables de las reconocidas Semanas Musicales de Frutillar, evento que se realiza anualmente durante la época estival, con una duración de entre ocho a diez días y que reúne a lo más selecto de la música docta del país y el mundo; también se han encargado de implementar diversos programas culturales que permiten llevar la música a diferentes comunas de la región de Los Lagos o descubrir nuevos talentos desde edades tempranas. Las “almas” todas a la fecha son decenas de miles.
Elizabeth Harriet Eeles, preside desde 2016 una corporación que tiene la responsabilidad de mantener y potenciar estas actividades que nacieron -de alguna forma- con la llegada de los colonos a la cuenca del Lago Llanquihue a mediados del siglo XIX. “Desde sus países de origen, ellos trajeron algunos instrumentos, como violines, flautas o acordeones, los que eran la base de las fiestas de bautizo, matrimonios u otras celebraciones que se hacían en estas pequeñas comunidades lacustres. Fue la primera semilla de las Semanas Musicales de Frutillar”, rememora Eeles.
La consolidación de toda esta tradición cultural se dio en 1968, cuando se creó formalmente las Semanas Musicales, las que eran apoyadas por la Liga Chileno-Alemana de Santiago y que detrás tenían todo el empuje de destacados vecinos de Frutillar, como Robert Dick, Arturo Yunge, Alfredo Daetz y Flora Inostroza García, entre otros. Con los años, y gracias al decidido apoyo de la familia Schiess, este evento fue cobrando importancia hasta que, en 2010, se inauguró el actual Teatro del Lago, una obra bicentenaria que ha atraído a miles de artistas y público de diferentes puntos del país y el mundo. “En toda esta trayectoria, debemos agradecer el apoyo de la Municipalidad de Frutillar, de instituciones como la Universidad de Chile y la Fuerza Aérea de Chile y de diversas empresas locales y nacionales, lo que nos permite mantener y desarrollar diversos programas para difundir esta expresión artística”, reconoce la presidenta de la corporación.
Crecer culturalmente
La gerente general de la Corporación Cultural de las Semanas Musicales de Frutillar, María Isabel Helmke, explica que el positivo impacto de este evento no solo se circunscribe a la ciudad lacustre. “Por ejemplo, en el marco de las semanas musicales, tuvimos conciertos de extensión en comunas como Hornopirén, Calbuco, Puerto Varas, La Unión y Ancud. Son todos gratuitos y la idea es la mayor cantidad de personas tengan acceso a esta linda rama de la cultura”, comenta la ejecutiva detallando que, durante el año, “tenemos muchas actividades educativas que, por ejemplo, nos permite llevar música a escuelas y niños de la zona”. Dentro de las últimas, resalta llevar a destacados músicos nacionales para que impartan clases en recintos educacionales alejados de centros urbanos de la región de Los Lagos. Comunas de Hornopirén o Chiloé, donde están presentes importantes empresas, se podrían ver beneficiadas.
Pero claro, para financiar los diversos programas que desarrolla la corporación durante todo el año se requiere del apoyo financiero de las empresas. De otra forma no es posible. “Tenemos muchas alternativas para retribuir el apoyo que nos dan las organizaciones. Por ejemplo, algunos de nuestros conciertos llevan el nombre de un auspiciador en particular”, recalca Helmke y, a renglón seguido, apunta que las empresas interesadas pueden optar a beneficios tributarios. “Necesitamos apoyo y queremos que más empresas se sumen a estas iniciativas que nutren el alma. Me pueden escribir a finanzas@semanasmusicales.cl y buscaremos alternativas de interés”, finaliza la ejecutiva.
Para obtener más información, pueden ingresar a www.semanasmusicales.cl y seguirnos en Instagram @semanasmusicales