La transición energética en Chile sigue tomando impulso, y RIC Energy da un nuevo paso en su consolidación en el país. Con un desarrollo sólido en almacenamiento energético a través de sistemas BESS (Battery Energy Storage Systems), la compañía ya cuenta con siete proyectos en marcha que suman 210 MW y cuatro horas de capacidad de almacenamiento.
Este avance no es menor: el almacenamiento energético es clave para mejorar la estabilidad del sistema eléctrico y facilitar la integración de energías renovables, un desafío urgente en un país que apuesta fuerte por la sostenibilidad. De estos proyectos, dos ya han logrado permisos de acceso y conexión, un hito que los acerca a su ejecución:
🔹 Santa Remedios MC, que se conectará a la subestación Machalí.
🔹 Santa Amelia TU, con conexión en la subestación Tuniche.
El objetivo es que los siete proyectos alcancen la fase Ready to Build entre finales de 2025 y comienzos de 2026, reforzando el compromiso de RIC Energy con la transformación del sector energético en Chile.
Un actor global con impacto local
RIC Energy no es un recién llegado al mundo de las energías renovables. Con presencia en cuatro continentes y un portafolio en desarrollo y construcción que supera los 20.000 MW, la compañía apuesta por un enfoque multitecnología: energía solar fotovoltaica, almacenamiento energético, biogás, eólica e incluso hidrógeno verde y sus derivados.
Más allá de las cifras, su visión es clara: ser un actor clave en la transición energética global, invirtiendo en mercados maduros y en soluciones que no solo generen energía, sino que la hagan más eficiente y accesible.
Con este nuevo impulso en Chile, RIC Energy reafirma su compromiso con un futuro energético más limpio y resiliente, donde el almacenamiento se convierte en una pieza fundamental para maximizar el potencial de las energías renovables.