La apuesta por la sostenibilidad y la agricultura regenerativa ha llevado a Viña Montes a destacarse no solo por la calidad de sus vinos, sino también por su compromiso con el medio ambiente y las comunidades locales. Desde sus inicios en 1988, la viña ha marcado un camino de innovación que hoy se refleja en sus prácticas sustentables y en su reciente expansión a Chiloé, un territorio desafiante que plantea nuevas oportunidades para la viticultura chilena.
Sostenibilidad desde el inicio: Una filosofía integral
Viña Montes, fundada por cuatro visionarios que aportaron su experiencia en vitivinicultura, marketing e inversión, comenzó con el ambicioso objetivo de posicionar a Chile como un exportador de vinos de alta calidad. Desde su creación, la viña ha mantenido un fuerte compromiso con la sostenibilidad, mucho antes de que este concepto se popularizara en el sector. Para los fundadores, cuidar el entorno natural era una cuestión de sentido común, una filosofía que ha impregnado cada etapa del desarrollo de la viña.
«Para nosotros, la sostenibilidad siempre ha sido una cuestión de sentido común, no solo una estrategia de negocio», destaca Josefina Astaburuaga, Head of Impact en Viña Montes. Uno de los aspectos más destacados de este enfoque es la gestión hídrica eficiente que implementaron desde sus primeros años. Conscientes de la escasez de agua, adoptaron un sistema de riego por goteo, apoyado por tecnología de vanguardia como estaciones meteorológicas y cámaras que miden el potencial hídrico de las plantas. Esta atención al detalle les permite optimizar el uso del agua, regando solo cuando es necesario, lo que demuestra un uso responsable de los recursos en una zona donde el agua es cada vez más escasa. Este enfoque no solo ha permitido la preservación de los recursos naturales, sino que también ha contribuido a la calidad y consistencia de los vinos que producen, reafirmando el compromiso de Viña Montes con la sostenibilidad a largo plazo.
Agricultura regenerativa: Devolver la vida al suelo
Desde 2019, Viña Montes ha intensificado su compromiso con la sostenibilidad mediante la implementación de prácticas de agricultura regenerativa. Esta metodología busca revitalizar el suelo, evitando su compactación y erosión, y promoviendo la biodiversidad a través de coberturas vegetales entre las hileras de viñedos. Estas prácticas no solo mejoran la salud del suelo y la retención de agua, sino que también contribuyen a la captura de carbono, mitigando así el impacto del cambio climático.
«La agricultura regenerativa no es solo una tendencia, es una necesidad para devolverle la vida al suelo y asegurar la viabilidad de nuestros viñedos», explica Astaburuaga. La implementación de estas prácticas ha sido un proceso gradual, basado en la observación y el aprendizaje constante. Al incorporar coberturas vegetales, la viña ha transformado lo que antes se consideraba maleza en una herramienta clave para mejorar la estructura del suelo y reducir su temperatura, lo que a su vez ayuda a retener agua por más tiempo. Además, el uso de pastoreo animal y compostaje en los procesos de producción refuerza la sostenibilidad de la viña, reduciendo la necesidad de fertilizantes externos y cerrando el ciclo de nutrientes en el ecosistema. Estas iniciativas no solo han permitido a Viña Montes reducir su huella de carbono, sino que también han mejorado la resiliencia de sus viñedos frente a las condiciones climáticas cambiantes, lo que garantiza la viabilidad a largo plazo de sus prácticas agrícolas.
La adopción de la agricultura regenerativa también ha fortalecido la posición de Viña Montes como una de las empresas líder en la industria, permitiéndole obtener la certificación de Empresa B, una distinción que reconoce su compromiso con el equilibrio entre el desempeño económico, social y ambiental. Esta certificación es un reflejo del esfuerzo constante de la viña por no solo cumplir con los estándares internacionales de sostenibilidad, sino también por superarlos, creando un modelo de negocio que puede servir de inspiración para otras empresas del sector.
La expansión a Chiloé: Innovación en nuevas fronteras
Fiel a su espíritu innovador, Viña Montes ha llevado su visión de sostenibilidad más allá de los límites tradicionales de la viticultura chilena, explorando nuevas posibilidades en la isla de Chiloé. Esta región, conocida por sus condiciones climáticas adversas, se ha convertido en el escenario de un proyecto experimental que busca entender cómo se adaptan las vides en un entorno tan singular. Esta iniciativa no solo representa un desafío técnico, sino que también refleja el compromiso de la viña con la diversificación y la innovación en la producción vitivinícola.
«Nos gusta desafiar los límites y Chiloé representa justamente eso: una oportunidad de aprender y de innovar en un entorno completamente nuevo», afirma Astaburuaga. El proyecto en Chiloé, ubicado en la zona de Mechuque, comenzó hace seis años con la plantación de 12 variedades de uvas en dos hectáreas. La iniciativa, impulsada por la curiosidad y el deseo de desafiar los límites, refleja la filosofía de la viña de aprender a través de la práctica y la observación directa. A pesar de las diferencias climáticas y la falta de precedentes, Viña Montes ha logrado avances significativos, demostrando que la innovación y la sostenibilidad pueden ir de la mano incluso en los entornos más desafiantes. Las condiciones extremas de Chiloé, caracterizadas por su alta humedad, bajas temperaturas y suelos ácidos, han obligado a la viña a adaptar sus técnicas tradicionales, lo que ha resultado en una valiosa experiencia que podría abrir nuevas oportunidades para la viticultura en zonas no convencionales.
Además, este proyecto ha tenido un impacto positivo en la comunidad local, creando empleos y capacitando a los habitantes de la región en técnicas vitivinícolas que antes eran desconocidas en la zona. La iniciativa en Chiloé no solo expande el alcance de Viña Montes en términos geográficos, sino que también refuerza su compromiso con el desarrollo sostenible, demostrando que la innovación puede ser una herramienta poderosa para enfrentar los desafíos del cambio climático y la necesidad de diversificación agrícola en Chile.
Impacto social y compromiso con las comunidades
Además de su enfoque en la sostenibilidad ambiental, Viña Montes también se ha destacado por su compromiso social. Programas como el «Taller Sueño de Ángeles», que capacita a mujeres en la creación de artesanías para su comercialización, han tenido un impacto significativo en las comunidades locales, generando oportunidades de ingresos adicionales y fomentando el empoderamiento. Este taller, que lleva más de una década en funcionamiento, no solo proporciona una fuente de ingresos adicional para las familias, sino que también ha permitido a muchas mujeres adquirir nuevas habilidades y ganar independencia económica, contribuyendo al desarrollo social de la región.
«El ‘Taller Sueño de Ángeles’ es un ejemplo de cómo podemos generar valor compartido, ofreciendo oportunidades a quienes más lo necesitan», comenta Astaburuaga. El proyecto «Staff Crafted Wine», donde los empleados de la bodega tienen la oportunidad de producir su propio vino, es otro ejemplo de cómo Viña Montes fomenta la creatividad y la participación de su equipo. Este programa no solo refuerza el sentido de pertenencia y orgullo entre los trabajadores, sino que también les permite experimentar con diferentes técnicas de vinificación, enriqueciéndose mutuamente con conocimientos y experiencias. Los vinos producidos por los empleados son comercializados en la tienda de la viña, lo que añade un valor emocional y cultural a los productos ofrecidos.
Estas iniciativas subrayan el compromiso de Viña Montes con la creación de valor compartido, no solo para sus consumidores, sino también para sus empleados y las comunidades en las que opera. La viña entiende que el éxito empresarial no se mide solo en términos financieros, sino también por el impacto positivo que puede generar en la sociedad. Esta visión integral de la sostenibilidad, que abarca tanto el bienestar de las personas como la conservación del medio ambiente, es lo que distingue a Viña Montes y la posiciona como un líder en la industria vitivinícola chilena y mundial.
En conclusión, Viña Montes sigue liderando el camino en la industria vitivinícola chilena, no solo por la calidad de sus vinos, sino también por su firme compromiso con la sostenibilidad y la innovación. Desde su origen en el Valle de Apalta hasta su expansión a Chiloé, la viña continúa explorando nuevas fronteras, siempre con un enfoque en la conservación del medio ambiente y el apoyo a las comunidades locales. Este enfoque integral es lo que hace de Viña Montes un verdadero ejemplo de cómo las empresas pueden ser agentes de cambio positivo en la sociedad.
«La combinación de prácticas agrícolas avanzadas, el respeto por el entorno natural y un enfoque holístico hacia el desarrollo comunitario ha permitido a Viña Montes no solo sobrevivir, sino prosperar en un mercado competitivo», concluye Astaburuaga. En un mundo cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad, Viña Montes se destaca como una empresa que no solo predica estos valores, sino que los implementa de manera tangible y efectiva. El futuro de la viña parece tan prometedor como sus vinos, con planes de seguir innovando y liderando en sostenibilidad, no solo en Chile, sino a nivel global.