Desde el corazón de la Región de Los Lagos, un territorio marcado por su diversidad productiva y su vocación exportadora, emergen señales claras del rol estratégico que juega el sur de Chile en la economía nacional y global. Con una mirada cada vez más enfocada en la sostenibilidad, este modelo de desarrollo busca equilibrar competitividad e impacto positivo en los territorios. Así lo plantea Ricardo Arriagada, director regional de ProChile, quien desde Puerto Montt lidera una serie de iniciativas que apuntan a posicionar los productos del sur del país en el mundo, bajo un enfoque de exportaciones sostenibles que transforman la identidad de la región.
Con cifras contundentes, Arriagada destaca que la Región de Los Lagos se ha consolidado como la segunda región más exportadora del país, superando a zonas tradicionalmente reconocidas por su actividad minera. “Solo el año pasado alcanzamos los 6.922 millones de dólares en exportaciones, llegando a más de 110 mercados internacionales”, señala. Esto, sin considerar cobre ni litio, habla del enorme dinamismo que ha adquirido la macrozona sur gracias al impulso de la acuicultura, principalmente con el salmón, hoy el segundo producto más exportado de Chile, después del cobre.
Pero el liderazgo no termina ahí. Los productos del mar, como los mejillones, la jibia, el agar agar o el furiel, junto con sectores tradicionales como la leche, la carne y las frutas, configuran una canasta exportadora diversa que ha permitido a la región construir una musculatura productiva sólida y adaptable. “La acuicultura ha abierto camino para que surjan nuevos ecosistemas de innovación, emprendimiento y desarrollo de proveedores, lo que transforma a la región en un motor para el país”, agrega Arriagada.
Este dinamismo se expresa también en la heterogeneidad de las provincias: Osorno se especializa en carne, leche y frutas; Llanquihue en productos del mar y turismo; Chiloé se mantiene como bastión de la pesca y acuicultura; mientras que Palena se proyecta como un polo de turismo de nicho con gran potencial para desarrollar productos con denominación de origen.
La infraestructura portuaria y aeroportuaria también entra en escena como un factor decisivo para consolidar la identidad exportadora del territorio. Ricardo Arriagada subraya que las mejoras en conectividad son clave para fortalecer la trazabilidad y el origen de los productos, pilares esenciales para impulsar exportaciones sostenibles desde el sur de Chile con sello local y competitivo.
Entre los mercados más relevantes para la región figuran Estados Unidos, Japón y Brasil, seguidos por China, Rusia, España y un México que crece sostenidamente. Esta demanda internacional también exige un compromiso más profundo con la sostenibilidad, una dimensión que ProChile ha venido incorporando activamente.
A través de su departamento de sostenibilidad, ProChile ha impulsado herramientas como test de autoevaluación gratuitos para empresas, acuerdos de producción limpia con sectores como el de los mejillones y una articulación constante con el ecosistema empresarial para promover productos con menor impacto ambiental, más saludables y con estándares cada vez más exigentes. “Queremos que nuestras empresas estén preparadas para responder a lo que exigen los consumidores y mercados
internacionales”, explica Arriagada.
Además de su labor institucional, ProChile despliega durante el año una agenda robusta de actividades que incluyen misiones comerciales, ferias internacionales, rondas de negocio y activaciones estratégicas en distintos países. En este 2025, destacan eventos como la Expo Osaka —donde Chile contará con un pabellón que resaltará la industria marina—, la feria de Barcelona, y el Tiny Fishing. En el plano local, se realizarán encuentros de negocio vinculados a soluciones acuícolas, y se apoyará el International Dairy Federation (IDF), evento de relevancia mundial que por primera vez se realizará en el continente americano, con sede en Santiago pero con fuerte impacto en la Región de Los Lagos.
Un aspecto central del enfoque de ProChile es la colaboración interinstitucional. La oficina regional trabaja activamente con CORFO, centros de desarrollo de negocios y otras entidades públicas para identificar emprendimientos con potencial exportador. “Queremos que las empresas no solo se lancen a exportar, sino que lo hagan con una estrategia que les permita sostenerse en el tiempo. Para eso, ponemos a disposición nuestra red de 56 oficinas comerciales en el mundo, sin costo, para facilitar videoconferencias, reuniones y
análisis de factibilidad”, puntualiza Arriagada.
En definitiva, la experiencia exportadora de la Región de Los Lagos es un ejemplo de cómo una mirada estratégica, basada en el valor compartido y la sostenibilidad, puede transformar territorios y conectar a Chile con el mundo desde una lógica más consciente, territorial y descentralizada. Este modelo reafirma el potencial de las exportaciones sostenibles desde el sur de Chile como camino hacia un desarrollo con impacto positivo.