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HABLEMOS DE COOPERAR

Ganacoop: la cooperativa ganadera que está revolucionando el sur de Chile

En medio de los verdes prados del sur de Chile, en la comuna de Puerto Varas, un grupo de productores ganaderos decidió dar un paso firme para cambiar las reglas del juego.

Ganacoop es una cooperativa ganadera en el sur de Chile que está transformando el modelo de comercialización de carne. Nacida en Puerto Varas, esta cooperativa ganadera en el sur de Chile apuesta por la transparencia, la colaboración y el empoderamiento de los productores locales. Gracias a su modelo innovador, se ha consolidado como una cooperativa ganadera en el sur de Chile referente en desarrollo rural y asociatividad.

Cansados de un sistema que les ofrecía pocas certezas y muchas asimetrías, en 2021 dieron vida a Ganacoop, una cooperativa creada para transformar el modelo de comercialización de la carne en la Región de Los Lagos. Lo que comenzó como un pequeño grupo de nueve agricultores organizados en una SPA, se convirtió hoy en una sólida organización con más de 37 cooperados y una visión ambiciosa: lograr que los productores de carne tengan mayor poder de decisión, mejores precios, y acceso a un mercado transparente, justo y con futuro.

Rodrigo Lavín, médico veterinario, agricultor de sexta generación y presidente de la cooperativa, ha sido uno de los impulsores de esta idea desde su origen. “Ganacoop nace desde el gremio AgroYanquihue. Conversábamos entre agricultores sobre la falta de transparencia en el mercado de la carne, sobre cómo no sabíamos bien cuánto valían nuestros animales y cómo los grandes actores del rubro controlaban todo. Entonces dijimos: hagamos algo distinto, creemos nuestra propia alternativa”, explica.

Así fue como postularon a un fondo de CORFO y comenzaron a dar forma al proyecto. Primero con una sociedad por acciones, luego, en 2021, adoptando la figura cooperativa. La decisión no fue solo legal, fue también filosófica: querían una estructura que reflejara el espíritu colaborativo, horizontal y participativo que buscaban impulsar. “Queríamos que cada productor tuviera voz, voto y sentido de pertenencia. Que supieran que esto es de ellos, que estamos construyendo juntos un nuevo camino”, afirma Rodrigo.

Hoy, Ganacoop opera como una alternativa real para los productores de carne. Su modelo de negocio se basa en la intermediación directa entre ganaderos y compradores finales, eliminando intermediarios y entregando información transparente sobre precios, destino de los animales y condiciones de venta. “Lo que más valoran los socios es que saben qué pasa con su ganado. Quién lo compra, dónde va, cuánto vale. Eso no ocurría antes. Y eso ha sido una revolución en la forma de hacer negocios en este rubro”, señala Paola Núñez, gerente de Ganacoop.

Paola conoce la historia desde sus inicios. Fue agente operadora del primer proyecto en 2018 y hoy lidera la gestión de la cooperativa. “Este ha sido un tremendo desafío. Pero también una experiencia muy gratificante. Me ha tocado trabajar con productores comprometidos, apasionados por lo que hacen. Y poder aportar para fortalecer el rubro ganadero desde una mirada cooperativa, es muy significativo”, cuenta.
Uno de los pilares del éxito de Ganacoop ha sido su red de gestores comerciales. Pasaron de uno a tres, cubriendo un amplio territorio desde la Región de Los Ríos hasta Chiloé. Su rol va mucho más allá de vender ganado: asesoran, entregan información de mercado, ayudan a tomar decisiones estratégicas. “Queremos que los productores tengan alternativas. Aunque a veces no concretemos una venta, si logramos que el productor tome una mejor decisión gracias a nuestra información, ya hicimos la pega”, enfatiza Paola.

En paralelo, la gobernanza también se ha fortalecido. El consejo está compuesto por cinco directores titulares y dos suplentes, que se reúnen periódicamente. Además, postularon y ganaron un fondo Agromás de Corfo, lo que les ha permitido contratar asesorías profesionales en gestión, negocios y liderazgo. “Nosotros sabemos criar ganado, pero para hacer crecer una empresa se necesitan otras herramientas. Y estamos aprendiendo. Esa humildad y ese profesionalismo es parte de nuestro sello”, dice Rodrigo.

Pero el camino no ha sido fácil. Uno de los desafíos más grandes ha sido alinear expectativas entre los socios. “Los agricultores somos individualistas por naturaleza. Cada uno quiere hacer las cosas a su manera. Pero hemos demostrado con hechos que la cooperativa funciona, que nos beneficia a todos. Y de a poco hemos ido ganando confianza, alineando objetivos, remando para el mismo lado”, cuenta Rodrigo.
También han debido enfrentar un mercado dominado por grandes actores. Sin embargo, con transparencia, seriedad y el respaldo de sus socios, han logrado posicionarse como un actor confiable. Su cartera de clientes abarca desde industrias hasta otros ganaderos, y su crecimiento ha sido constante.

Hoy, Ganacop se encuentra en una nueva etapa. Están evaluando dar un salto hacia la venta de carne con marca propia. Ya realizaron estudios, tienen modelos de negocio y próximamente presentarán la propuesta a sus socios en una asamblea informativa. “Queremos que cada paso lo demos juntos. Que cada productor sepa qué implica este nuevo desafío, qué rol va a tener, y que todos estemos convencidos antes de avanzar. Porque ese es el corazón de una cooperativa: el consenso y la construcción colectiva”, explica Rodrigo.

Su visión de largo plazo es clara: transformar a Ganacoop en una cooperativa nacional de referencia en el rubro cárnico. “Mi sueño es que Ganacoop sea una Colún de la carne. Que podamos exportar, tener puntos de venta, marcas reconocidas. Y sobre todo, que podamos mostrarle al país que cuando los agricultores se organizan, se asesoran y trabajan juntos, pueden lograr grandes cosas”, dice Rodrigo con convicción.
Desde la mirada de los socios, la experiencia también ha sido enriquecedora. Humberto, uno de los cooperados, comparte su testimonio: “Entré gracias a la invitación de la gerencia. Y ha sido una excelente experiencia. Me ha permitido generar redes, tener una visión más amplia del mercado, acceder a apoyo profesional. Recomiendo totalmente sumarse a una cooperativa como esta”.

Daniela Cancino, otra de las socias, destaca el impacto que ha tenido Ganacoop en la manera de comercializar. “Hemos aprendido a leer el mercado, a entender los precios, a saber qué buscan los compradores. Y además, al ser parte de una red, nos sentimos más acompañados. En el mundo ganadero, donde muchas veces se trabaja en soledad, eso hace una gran diferencia”, comenta.
La cooperativa sigue abierta a nuevos socios. Su única exigencia es que los productores pertenezcan a alguna asociación gremial agrícola. “Queremos que quienes se sumen tengan el espíritu colaborativo que define este proyecto. Que comprendan que aquí no se trata solo de vender ganado, sino de construir una alternativa para todos”, explica Paola.

Para ella, el sueño también es ambicioso. “Quiero que Ganacoop cumpla 100 años o más. Que siga fortaleciéndose, que los productores se sientan apoyados, que avancemos en la cadena de valor. Las cooperativas son clave para el desarrollo agropecuario de Chile. Y si hacemos bien las cosas, podemos ser un ejemplo nacional”.

Ganacoop no es solo una cooperativa. Es una declaración de principios. Es la convicción de que los productores no están condenados a operar desde la desventaja. Que pueden organizarse, profesionalizarse y construir juntos un sistema más justo, eficiente y sostenible. Desde los campos de La Laja y Loncotoro, esta comunidad ganadera está demostrando que la cooperación no solo transforma negocios: también transforma territorios.